La Torre
Dresde, años ochenta: los habitantes de la Torre, un barrio residencial en las vertientes del Elba, parecen vivir fuera del tiempo. En sus villas ya ruinosas intentan escapar a la grisura y la decadencia del sistema socialista dedicándose a la música, a la poesía y a la pintura. Encerrados en sus torres de marfil, observan con resignación e ironía el derrumbe hacia el que se encamina la República Democrática Alemana. Anne y Richard Hoffmann viven en la Torre junto a sus dos hijos, Christian y Robert. Richard, amante de la música y de las artes figurativas, es un cirujano de la Academia obligado a enfrentarse cada día con la quiebra del sistema sanitario; tiene una relación extraconyugal y por este motivo es chantajeado por la Stasi y obligado a espiar a sus colegas. Christian, el hijo mayor, quiere estudiar medicina y ser un médico famoso, pero, para obtener una plaza de estudiante en la universidad, antes tiene que prestar servicio «voluntario» en el Ejército Nacional Popular, pese a ser un espíritu consagrado a la libertad. Su tío, Meno Rohde, es redactor en una importante editorial, frecuenta a los autores más influyentes y representativos de la cultura socialista y se ve obligado a luchar contra los mecanismos de la censura. Dado que nació en Moscú y es hijo de revolucionarios, Meno ha ascendido hasta el barrio llamado Roma Oriental, donde vive la nomenklatura y tiene su sede el aparato institucional que controla la vida de los ciudadanos. Silencioso y gran observador, Meno actúa como intermediario entre el mundo del régimen y el nostálgica mente burgués de la Torre, relatando en las páginas de su diario las contradicciones que existen en ambos. Alrededor de la familia Hoffmann gira una multitud de personajes, a veces originales y extravagantes, que conforman un vívido retrato de la sociedad de la RDA sin parangón en la literatura alemana. Con un lenguaje épico, rico, exuberante, en una novela que ha evocado «Los Buddenbrook» de Thomas Mann, Uwe Tellkamp nos ofrece un extraordinario fresco de los años que precedieron a la caída del Muro de Berlín y el final de la RDA, recuperando del olvido la vida y la cultura de un mundo que, en caso contrario, habría seguido siendo desconocido para gran parte de los lectores occidentales.